miércoles, 16 de junio de 2010

Piden que Mirtha Legrand declare por desaparecidos

Familiares de víctimas de la represión, solicitaron hoy a la Justicia que cite como testigo a la conductora televisiva, luego de que confesara en su programa que secuestraron en esos años a su sobrina y al esposo de ésta

Familiares de víctimas de la represión durante la última dictadura militar solicitaron hoy a la Justicia que cite como testigo a la conductora televisiva Mirtha Legrand, luego de que confesara en su programa que secuestraron en esos años a su sobrina y al esposo de ésta.

Fuentes judiciales informaron que el pedido lo hizo el abogado querellante Pablo Llonto ante el juez federal Daniel Rafecas en torno a la investigación por delitos de lesa humanidad cometidos en la órbita del I Cuerpo del Ejército.

Llonto pidió que el juez cite a Legrand a declarar luego que la conductora dijera en su programa de almuerzos que en la dictadura su sobrina y el marido de ésta fueron secuestrados.

Explicó que la mujer fue liberada pero el marido permanece desaparecido.

"Yo pedí ayuda en ese momento" aseguró Legrand, quien contó que hizo gestiones personales ante el entonces ministro del Interior Albano Harguindeguy, y que pudo lograr la liberación de la sobrina únicamente.

"Tales afirmaciones indican que su testimonio es importante", justificó Llonto al juez para que la cite.

En el escrito, el abogado tuvo en cuenta que como la conductora no develó nombre alguno, su testimonio ante el juez sería vital para conocer detalles del hecho.

Además, el abogado entendió que la declaración de Legrand puede incluso hasta aportar datos que podrían responsabilizar a Harguindeguy y entonces funcionarios del Ministerio del Interior

La fama de Mirtha Legrand salvó la vida de una sobrina

La señora de los almuerzos, Mirtha Legrand hizo una confesión desconocida hasta hoy de su vida familiar. Comentó, en su ya tradicional programa, que logró rescatar a una sobrina desaparecida en 1977. Fue gracias a su fama y a sus contactos con Albano Harguindeguy, ministro del Interior de Videla.

“Mi sobrina cree que estuvo en Palermo, gracias a que yo era conocida y famosa pude salvarla”. La historia no tuvo tan buen final para el esposo de su sobrina. “Nunca más supimos de él, nunca”, relató acongojada.

Todo indica que la sobrina estuvo en el centro clandestino ubicado en el Club Atlético. Su marido habría militado para la Juventud Peronista. Él fue asesinado y enterrado en el cementerio de la Chacarita.

“Es la primera vez que lo cuento…Yo pedí ayuda a quien era interventor de Canal 13 en ese momento, y no me brindó ayuda por temor, porque todo el mundo tenía miedo de comprometerse”, describió mientras almorzaba con los actores Arnaldo André y Gino Renni.

“El Canal 13 estaba en manos de la Marina, y entonces recurrí a un general de la Nación a quien circunstancialmente habíamos conocido. Lo llamé al general Harguindeguy, conseguí el teléfono y lo llamé, le expliqué de qué se trataba”, continuó su historia Legrand. En ese momento el ministro de Videla sólo le aseguró que iba a averiguar y que se trataba de un caso difícil.

“Finalmente a mi sobrina la liberaron. Al marido no. Nunca más supimos de él, nunca más. Mi sobrina cree que estuvo en Palermo, porque escuchaba pasar los trenes, y la liberaron cerca de la General Paz, por ahí”. “Al muchacho lo torturaron muchísimo. Julio se llamaba, nunca más supimos de él”. “Nunca lo he contado, es la primera vez que lo cuento. Pero gracias a que yo era conocida y famosa pude salvarla, porque cuando la liberaron te dijeron: ‘Te salvaste porque sos la sobrina de Mirtha’”.

La historia se basa en la vida de Julio Enzo Panebianco y María Fernanda Martínez Suárez, quien es hija del hermano de Legrand.



jueves, 3 de junio de 2010

Comenzó el juicio por los crímenes en "Automotores Orletti", uno de los centros de detención del Plan Cóndor

Buenos Aires, 3 junio (NA) -- El juicio por los crímenes cometidos en el centro clandestino de detención durante la dictadura conocido como "Automotores Orletti" comenzó hoy en los Tribunales Federales de Retiro, ante una sala colmada de público y con el ex miembro de los servicios de Inteligencia Raúl Guglielminetti sentado en el banquillo de los acusados.

Guglielminetti , alias "mayor Guastavino", y otros cinco acusados, deberán responder por 65 crímenes de lesa humanidad cometidos en ese centro que operaba con la máscara de ser un taller mecánico.

Entre los detenidos-desaparecidos que estuvieron allí se encuentra la nuera del poeta Juan Gelman e integrantes de la familia del líder del ERP Mario Roberto Santucho.

El tribunal Oral Federal 1 tiene a su cargo las audiencias que comenzaron hoy con la lectura del auto de elevación a juicio por parte del fiscal federal Federico Delgado.

Por Orletti pasaron unos 300 detenidos-desaparecidos en su mayoría uruguayos y de otros países latinoamericanos, en el marco del llamado Plan Cóndor, un acuerdo de los gobiernos dictatoriales del Conosur.

Las audiencias estarán a cargo del Tribunal Oral Federal 1 (TOF) integrado por los jueces Oscar Amirante, Jorge Gettas (presidente del Tribunal)y Adrian Federico Grünberg.

En la causa caratulada "Guillamondegui, Néstor Horacio y otros s/privación ilegal de la libertad agravada y otros", están acusados el comodoro (retirado) Néstor Horacio Guillamondegui (que no estuvo en la audiencia de este jueves), el coronel (re) Rubén Víctor Visuara y el general de división (re) Eduardo Rodolfo Cabanillas.

También se sentaron en el banquillo de los acusados Raúl Antonio Guglielminetti (quien además está siendo juzgador en otro juicio paralelo, el de Atlético-Banco-Olimpo), Honorio Carlos Martínez Ruiz (alias Pájaro) y Eduardo Alfredo Ruffo (alias Zapato), este último integrante de la banda parapolicial que comandaba el fallecido miembro de la Triple A Aníbal Gordon.

Guglielminetti, Ruffo y Martínez Ruiz se desempeñaban como personal civil de Inteligencia de la SIDE.

A los acusados se los juzgará por los crímenes cometidos contra 65 de sus víctimas, entre las que se encuentran Carlos Hiber Santucho, Manuela Santucho, Cristina Silvia Navaja de Santucho, Carolina Sara Segal, Néstor Adolfo Rovegno, Marcelo Ariel Gelman Shubaroff y Nora E. Gelman Shubaroff.

La primera audiencia se lleva cabo en el auditorium del edificio de Comodoro Py 2002 (Sala AMIA), colmada de pública tanto en la planta baja como en la bandeja superior, donde se destaca la masiva presencia de estudiantes.

En tanto, el resto del juicio continuará luego en el Salón de Usos Múltiples ubicado en el mismo edificio.

El centro clandestino Automotores Orletti, ubicado en un taller mecánico en Venancio Flores 3521 del barrio de Floresta, funcionó durante 1976 bajo el mando del entonces jefe de la SIDE, general Otto Paladino, en coordinación con el Ejército y fuerzas del Uruguay.

Por Orletti pasaron más de 300 personas, incluido un grupo de uruguayos a quienes se secuestró para robarles un botín de 10 millones de dólares que luego fue repartido entre la SIDE y el grupo de tareas que intervino en el operativo.

Las familias de Marcelo Gelman, hijo del escritor y poeta Juan Gelman, María Claudia Irureta Goyena y Guillermo Binstock, son patrocinados por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), organismo que además es querellante.

La causa fue elevada a juicio por los casos que se les imputan a los ex represores argentinos, no así a los uruguayos implicados, quienes no podrán ser juzgados en Argentina hasta que no cumplan las condenas impuestas en causas en su país.

Se trata de los oficiales del Ejército José Ricardo Arab Fernández, José Nino Gavazzo Pereira, Luis Alberto Maurente Mata, Ernesto Avelino Ramas Pereira, Jorge Alberto Silveira Quesada y Gilberto Valentín Vázquez Bisio y de los oficiales de la Policía Ricardo José Medina Blanco y Ernesto Soca